Con el poema de Santa Teresa de Jesús y mi versión del mismo incluido en el CD «Teresa, alma de fuego«, ofrezco este sencillo video para ayudar a contemplar al crucificado en la historia, en la vida…
Se trata de pedir – como invita San Ignacio de Loyola en los ejercicios espirituales – «dolor con Cristo doloroso» y acompañar de cerca a Jesús, que muere por mí. Esta oración ante Jesús crucificado es lo único que nos hace capaces de hacer nuestro el dolor de nuestros hermanos, del mundo. Y ante los pies de la cruz, y en esa contemplación, podemos encontrar sentido al sufrimiento. Sólo en Jesús hallamos consuelo y vida.
Las imágenes del vídeo hablan del drama de la guerra, de los refugiados, del dolor del inocente, de la muerte y destrucción del planeta y de los seres humanos, de la limitación de la edad, de la falta de libertad, del maltrato a la mujer, de la enfermedad infantil… Pero en esas mismas imágenes hay solidaridad, ilusión, vida y esperanza… Cada uno lleva sus cruces y sus instantáneas en la retina del corazón. Que en todas ellas encontremos a Jesús, el Señor.